Las casas prefabricadas y modulares se han consolidado como una de las soluciones más innovadoras en el sector de la construcción. Su rapidez de montaje, la optimización de costes y el cumplimiento de normativas energéticas actuales las convierten en una alternativa cada vez más demandada. Sin embargo, para que una vivienda de estas características ofrezca seguridad, durabilidad y eficiencia, no basta con el diseño arquitectónico: los sistemas de fijación juegan un papel decisivo.
En este artículo vamos a centrarnos en dos aspectos clave que marcan la diferencia en este tipo de viviendas: las fijaciones de premarco y las fijaciones para SATE. Ambas garantizan un montaje robusto y un rendimiento térmico óptimo, condiciones esenciales en la construcción industrializada.
Fijaciones de premarco: seguridad en puertas y ventanas
Cuando hablamos de casas modulares, la precisión en el montaje es vital. Cada módulo se diseña para encajar de forma exacta y, en ese proceso, las fijaciones de premarco como los tacos tornillos cumplen una función estructural imprescindible.
El premarco es la pieza que sostiene y distribuye el peso de ventanas y puertas antes de que estas se instalen. En una vivienda convencional ya es importante, pero en una prefabricada cobra aún más relevancia por la rapidez con la que se montan los distintos elementos.
Utilizar fijaciones de calidad asegura:
- Estabilidad estructural: evita desplazamientos o deformaciones con el uso y el paso del tiempo.
- Montaje rápido y preciso: fundamental en obra modular, donde cada minuto cuenta.
- Mejor aislamiento: una correcta fijación del premarco reduce puentes térmicos y filtraciones de aire.
En la práctica, las fijaciones de premarco permiten que puertas y ventanas queden perfectamente encajadas, ofreciendo al usuario la misma sensación de solidez que en una construcción tradicional.
Fijaciones para SATE: eficiencia energética en casas modulares
La sostenibilidad y el ahorro energético son dos de las grandes bazas de las casas prefabricadas. Para conseguirlo, uno de los sistemas más empleados es el SATE (Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior). Este recubrimiento mejora la envolvente térmica de la vivienda, reduce pérdidas de calor en invierno y mantiene la frescura en verano.
Ahora bien, el rendimiento del SATE depende en gran medida de cómo se instale. Aquí entran en juego las fijaciones para SATE, diseñadas para asegurar que las placas aislantes se mantengan firmes en el tiempo y resistan condiciones climáticas adversas.
En casas modulares, las fijaciones para SATE aportan:
- Adherencia duradera: evitan desprendimientos del aislamiento.
- Resistencia mecánica: soportan dilataciones y contracciones de los materiales.
- Cumplimiento normativo: garantizan que la vivienda respete los estándares de eficiencia energética exigidos en Europa.
Gracias a este sistema, una casa modular puede alcanzar certificaciones de eficiencia energética muy superiores a las de una construcción tradicional, lo que se traduce en menor consumo y mayor confort.
La unión de seguridad y eficiencia
Si combinamos unas fijaciones de premarco robustas con fijaciones para SATE de calidad, conseguimos una vivienda modular que no solo se monta en cuestión de semanas, sino que también cumple con tres objetivos esenciales: seguridad estructural, eficiencia energética y durabilidad a largo plazo.
Por eso, cuando se analiza qué fabricantes de casas prefabricadas ofrecen mejores garantías, conviene prestar atención a estos detalles técnicos. Detrás de una vivienda modular bien diseñada no solo hay arquitectura moderna, sino también soluciones de fijación invisibles que marcan la diferencia en la exper